Biblioteca Seminario Mayor de Tucumán

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“El presente volumen afronta el argumento (de la promoción del bienestar y la protección integral de niños y adolescentes) con gran claridad y desde varios puntos de vista, considerando los aspectos psicológicos de la violencia, los derechos del niño, las legislaciones en materia de protección de menores, la postura de la Iglesia Católica y sobre todo los aspectos pedagógicos”, dice en la presentación Mons. A. Vincenzo Zanni, Secretario de la Congregación para la Educación Católica, voz autorizada en el tema, y agrega: “Considero que se trata de una opción inteligente y constructiva la de proponer programas de formación y sensibilización destinados en particular a los formadores y educadores, que actúan en contextos sociales y culturales muy variados. De hecho, el camino por excelencia para tutelar a los menores es el de acompañarlos en su camino de crecimiento para que, a través del proceso educativo, se formen en ellos valores, actitudes y capacidades de juicio que los ayuden a afrontar los retos y las dificultades de la vida. Pero ello puede darse efectivamente si hay formadores preparados y responsables”.

“En tal perspectiva es importante que las personas comprometidas en la educación de los menores estén sostenidas por orientaciones, como las indicadas en el manual práctico que aquí se presenta, que no pueden reducirse a un conjunto de normas y criterios fríos y formales, sino que debe ser la traducción práctica de los principios pedagógicos que se inspiran en las varias dimensiones de una sana antropología”.

El Movimiento de los Focolares, en el deseo de hacer propio lo que la sociedad civil y religiosa está realizando por el bien de los menores, ha desarrollado la exigencia de afrontar esta temática de una manera más profunda. Por ello ha constituido una “Comisión para la Promoción del Bienestar y la Tutela de los Menores” emprendiendo un recorrido preciso y capilar dirigido a promover las buenas praxis que favorecen el crecimiento integral de los niños y adolescentes y, al mismo tiempo, para sensibilizar y formar a toda la comunidad con el fin de prevenir las situaciones de violencia de cualquier tipo. Se trata, en realidad, de un recorrido iniciado ya desde hace tiempo en varios países del mundo, pero intensificado y sistematizado en los últimos años a nivel mundial. Estamos convencidos de que la conciencia de construir ambientes seguros debe llegar a ser patrimonio de todos, así como también el compromiso por favorecer y proteger el crecimiento integral de los niños y adolescentes.