Biblioteca Seminario Mayor de Tucumán

Ascetica y Moral

Por: San BasilioTipo de material: TextoTextoSeries Los Santos PadresEditor: Apostolado Mariano/Sevilla Tema(s): Patrística
Contenidos:
Colección de escritos de carácter moral y religioso, trans­mitidos con el nombre de San Basilio el Grande (329-379), obispo de Cesarea en Capadocia después del 370, pero en parte seguramente apócrifos. A tres breves escri­tos de escasa importancia y valor que con­tienen consejos de iniciación ascética si­guen los Preceptos Morales, generalmente atribuidos a San Basilio: 80 preceptos de diversa importancia y exten­sión, completados con ejemplos bíblicos, que quieren regular, según un plan no falto de cierto orden, los varios momentos de la vida de un cristiano, desde el bautismo a la penitencia, y todos los deberes de un fiel. A dos «discursos ascéticos», compues­tos probablemente en época posterior a San Basilio siguen después las Reglas por ex­tenso y las Reglas en resumen, la primera de las cuales, sobre todo, muestra clara­mente las características del autor. Se tra­ta de 55 reglas, en forma de pregunta y de respuesta, sobre los deberes de los reli­giosos; las obligaciones de éstos, cuidado­samente establecidas, deben estar funda­das en el amor al prójimo y el deseo de hacerle bien; esencialmente social, contrario a los principios de los anacoretas, es el concepto del monaquismo según San Ba­silio, lo cual tiene cierta importancia por­que éste, con San Gregorio Nacianceno y San Gregorio de Nisa y después de Eustacio de Sebaste que fue su fundador, con­tribuyó activamente a la difusión del mo­naquismo en Asia Menor y sobre todo en Capadocia. Junto con los principios religio­sos, hallamos también en esta obra concep­tos filosóficos tomados de Platón y del Estoi­cismo. Menos interesantes que éstos, son las 356 Reglas resumidas que se refieren a los minuciosos pormenores de la vida de los monjes. Estas Reglas, hoy todavía en vigor en los monasterios orientales, fueron re­fundidas y traducidas al latín por Rufino.
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Colección de escritos de carácter moral y religioso, trans­mitidos con el nombre de San Basilio el Grande (329-379), obispo de Cesarea en Capadocia después del 370, pero en parte seguramente apócrifos.

A tres breves escri­tos de escasa importancia y valor que con­tienen consejos de iniciación ascética si­guen los Preceptos Morales, generalmente atribuidos a San Basilio: 80 preceptos de diversa importancia y exten­sión, completados con ejemplos bíblicos, que quieren regular, según un plan no falto de cierto orden, los varios momentos de la vida de un cristiano, desde el bautismo a la penitencia, y todos los deberes de un fiel.



A dos «discursos ascéticos», compues­tos probablemente en época posterior a San Basilio siguen después las Reglas por ex­tenso y las Reglas en resumen, la primera de las cuales, sobre todo, muestra clara­mente las características del autor. Se tra­ta de 55 reglas, en forma de pregunta y de respuesta, sobre los deberes de los reli­giosos; las obligaciones de éstos, cuidado­samente establecidas, deben estar funda­das en el amor al prójimo y el deseo de hacerle bien; esencialmente social, contrario a los principios de los anacoretas, es el concepto del monaquismo según San Ba­silio, lo cual tiene cierta importancia por­que éste, con San Gregorio Nacianceno y San Gregorio de Nisa y después de Eustacio de Sebaste que fue su fundador, con­tribuyó activamente a la difusión del mo­naquismo en Asia Menor y sobre todo en Capadocia.

Junto con los principios religio­sos, hallamos también en esta obra concep­tos filosóficos tomados de Platón y del Estoi­cismo. Menos interesantes que éstos, son las 356 Reglas resumidas que se refieren a los minuciosos pormenores de la vida de los monjes. Estas Reglas, hoy todavía en vigor en los monasterios orientales, fueron re­fundidas y traducidas al latín por Rufino.

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